Es lo que tiene el amor, haces tonterías que no creías capaz y encima muchas cosas que te gustan tienes que aparcarlas, porque solo quieres estar con esa persona y no ves nada más ni a nadie. Quizás no sea lo mejor, quiero decir, dejar de lado las cosas que quieres y las ilusiones que te hacen funcionar... Bueno, escrito suena más crudo de lo que parecía en mi cabeza, pero quizás sea que mi cabeza me lo adornaba con crema y cerezas para que parezca menos amargo. Con casi 23 años plantearte a renunciar a cosas que sabes que no tendrás... Es complicado.
Mamá siempre me dijo que mi abuela renunció a muchas cosas por el amor de su vida, porque era eso, el amor de su vida, con el que vivió más de 50 años. Y aunque renunció a muchos de sus sueños, siempre esperó esa rosa que rara vez venía o una notita de amor que nunca se escribía, duraron más de lo que creo que duraré yo en nada.
Vamos por caminos diferentes, sí, mucho. Él habla más de sus hobbys que otra cosa y yo... Yo intento parecer normal sin decir abiertamente que no entiendo ni la mitad de las cosas que me dice. Y sé, muy (y no tan) al fondo, que es complicado seguir así. Es más, llegará un momento en que alguno de los dos tendrá que decirlo abiertamente, pero está claro que aún... Aún no estoy preparada para vivir sola.
No hay comentarios:
Publicar un comentario